sábado, 26 de noviembre de 2016

Mi experiencia estudiantil en la UNEG

Por: Daniel Alejandro Escobar Celis

Me gradué de Tecnólogo Industrial en noviembre del 2007 y de Ingeniero Industrial un 14 de noviembre del 2009, me inscribí en la UNEG (Universidad Nacional Experimental de Guayana ) un 29 de septiembre del año 2003 luego de ser asignado por el CNU en la carrera de Tecnólogo en Procesos Industriales. El mismo día de la inscripción la encargada de recepción de las planillas en control de estudio me informo que dicha universidad no dictaba esa carrera como tal, sino que daban era Ingeniería Industrial. En ese momento pensé. Bueno mejor, en ves de estudiar para ser TSU, estudiare para ser ingeniero.
No fui muy sociable durante el liceo, y a decir verdad prácticamente no salía de mi casa. Fue apenas al entrar a la Universidad cuando poco a poco ese tipo de cosas fueron cambiando. Haciéndome un poco más sociable y saliendo de cuando en cuando. Una mala costumbre que había adquirido con el pasar de los años durante el liceo (en especial los últimos años) fue la de estudiar muy poco antes de las evaluaciones. De hecho en la mayoría de las ocasiones presentaba solo con lo que veía en clases o lo que estudiaba el día anterior, incluso minutos antes de la evaluación. En el liceo esa mala costumbre se había arraigado sobre todo en los últimos años debido a que me había dado resultado. Sin llegar a ser un extraordinario estudiante, mis calificaciones durante el liceo no fueron malas. Quise aplicar esa mala costumbre en universidad con resultados bastante negativos. Eso se evidencio en especial con mis notas binarias en mis dos primeros exámenes de Matemática I. Entonces comprendí que ya no estaba en el liceo y que ahora debía adaptarme al cambio. ¡Ahora si tenía que estudiar en serio!
Antes de entrar en la universidad solía acostarme temprano antes de las diez incluso a las ocho o nueve de la noche. Eso cambio luego de entrar a la universidad sobre todo cuando en el segundo y tercer semestre inscribí materias en la noche. Para ese entonces salía de clases después de las ocho o de las nueve y llegaba a mi casa después de las nueve o de las diez. Luego de comer bañarme y terminar de arreglar todo para el día siguiente terminaba acostándome después de las once. Eso sin contar los muchos días que me quedaba estudiando hasta altas horas. Desde ese entonces me habitué tanto a acostarme tarde que aun hoy en día me cuesta hacerlo antes de las once o incluso media noche.
Recuerdo que me levantaba temprano en la mañana a esperar el transporte para la universidad que pasaba habitualmente entre las seis y diez y las seis y media de la mañana. En un principio me montaba en alguno de los transportes 1S, 2S o 7S pero al final termine por montarme siempre en el 1S en primer lugar porque era el que pasaba mas cerca de mi casa y en segundo lugar los otros dos transportes me dejaban muy a menudo. Cuando comencé a utilizar el transporte 1S este iniciaba su ruta en Inés Romero, 25 de Marzo, bajaba por la Manuel piar, las residencias Orinoco, luego pasaba por el centro de San Félix, el Roble por fuera para finalmente tomar la Avenida Guayana hasta la universidad, en ese tiempo yo podía elegir libremente un lugar donde sentarme. Incluso en varias oportunidades quedaban asientos vacios. Algo que con el tiempo fue cambiando al punto  que tenia que caminar varias cuadras para montarme en el transporte una o dos paradas antes con la esperanza de poder encontrar un lugar donde sentarme. Finalmente después de varios semestres debido a la sobrepoblación en el transporte 1S se vieron en la necesidad de dividir la ruta: El 1S no volvería a pasar ni por el centro de San Félix ni mucho menos por el Roble por Fuera, en vez de eso tomaría la Avenida Guayana justo en la casa de la mujer; mientras que el transporte 7S seria el encargado de pasar por el centro de San Félix y por el Roble por Fuera. En la actualidad la población estudiantil a crecido aun mas y el transporte 1S que pasa a solo una cuadra de mi casa lo veo pasar ocasionalmente cuando voy al trabajo en la mañana totalmente lleno tal cual como los directos que van a Alta Vista con estudiantes que tienen que agarrarse en la puerta para poder ir montados en él. Las pocas veces que e ido a la UNEG en los últimos tiempos he tenido que ir en la puerta pues solo pensar en sentarse en aquel transporte en la parte de la ruta donde yo me monto es una utopía (ya a estas alturas de sinceridad deberían ir pensando en dividir la ruta o mas bien en asignar dos transportes). En efecto a veces he preferido irme en el transporte de la UNEXPO aunque pase más temprano y tenga que caminar todo el trayecto. La única manera que piense en montarme en el transporte de la UNEG es que tenga que ir al Atlántico (o como algunos le dicen Ciudad Perdida).
De la UNEG Puedo hablar especialmente de la sede de Villa Asia ya que en ella estudie desde el 2003-II hasta el 2008-II (cuando vi mis últimas materias). Mi primera impresión de esa sede fue que más que una universidad parecía un colegio o escuela. Aunque por supuesto con el tiempo termino convirtiéndose en parte especial de mi vida. En cuanto al Atlántico como infraestructura siempre me pareció más acorde para una universidad. De esta última no tengo tantas experiencias como de Villa Asia pues iba en promedio menos de diez veces por semestre y solo recuerdo haber cursado una asignatura en ella. En contra parte de la sede de Villa Asia donde algunos compañeros bromeaban diciendo que una vez muerto saldría como espanto porque incluso cuando no tenia clases se me podía ver deambulando desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche.
Durante mi estadía en la UNEG reconozco que se hicieron  varios cambios desde que ingrese a la universidad y que también se han hecho otros más después de egresar. Uno de los primeros cambios que recuerdo fue en el comedor. Cuando estaba en el primer semestre recuerdo que la cola del comedor iniciaba desde la puerta trasera que apunta hacia la avenida; en ese entonces existía una baranda que comenzaba en aquella puerta recorría toda la pared a lo largo de la cancha hasta llegar al pasillo que da a las primeras aulas numeradas. El comedor se veía algo deteriorado. No recuerdo si había o no aire acondicionado tendría que preguntarle a alguno de mis ex compañeros. Pero si se que los mesones eran viejos y grandes donde se podían sentar hasta 4 personas por banco y que el techo se veía bastante deteriorado. Estando en los primeros semestres comenzaron con la remodelación del comedor. Obviamente durante ese tiempo estaba cerrado. Hicieron varios cambios: repararon el techo, cambiaron las ventanas, quitaron la baranda por donde uno hacia la cola (mas adelante al reinaugurarlo se comenzó a hacer la cola del comedor desde la parte frontal que da a los pasillos) y si no me equivoco fue cuando colocaron los Split. En fin hicieron varios cambios importantes en el comedor. Durante ese par de semestres que duro la remodelación se entregaba viandas de comida a los estudiantes durante el almuerzo. En ese entonces todas las aulas quedaban abiertas al mediodía y nosotros nos metíamos a alguna de ellas a comer. El problema fue que muchos estudiantes desconsiderados dejaban tiradas las bandejas de comida e incluso terminaban por hacer regueros en los salones,  por supuesto esto no le gusto nada a los encargados de limpieza los cuales comenzaron a quejarse. Producto de eso comenzaron a cerrar los salones al mediodía. Desde ese momento si querías hablar, comer o lo que sea ya no podías entrar a un salón como antes. Pudiese parecer una tontería pero yo siempre luego de almorzar elegía un salón acomodaba algunas sillas y me acostaba unos veinte o treinta minutos. Desde que cerraron las aulas ya no podía hacer más eso. Las únicas aulas que quedaban abiertas eran aquellas cedidas a grupos de jóvenes evangélicos que hacían sus cultos de oración en esos momentos. Así que aprovechaba la situación y mientras ellos oraban yo me acostaba en las sillas. Sé que siempre se me quedaban viendo pero no les prestaba atención.
Otros de los cambios físicos de la sede que recuerdo son: el techado de la cancha, la creación del laboratorio de ciencia de los materiales (que nunca llegue a utilizar) y el reacondicionamiento del laboratorio de informática. Con respecto a ese punto recuerdo que tenían computadoras viejas y obsoletas. También durante mis estudios en la UNEG pasamos de ver algunas clases con retroproyectores a ver clases con video been, varios reacondicionamientos de los baños en especial los cercanos al laboratorio de química, el cierre de los baños cercanos al comedor, entre otros. Pero de momento eso es lo que recuerdo. También ya casi saliendo de la universidad recuerdo un grupo de compañeros de la carrera que como proyecto de servicio comunitario hicieron las mesas de concreto que se pueden ver hoy en la entrada de la sede y en la parte posterior donde esta procesos productivos. Realmente no recuerdo si hicieron otras más. Otros importantes cambios que vi hacerse durante mi estadía en la UNEG pero ya no de tipo físico fueron varios realizados en especial durante el proceso de inscripción, cuando yo ingrese a la universidad las inscripciones se realizaban en la cede del atlántico se colocaba toda una serie de listados por carreras y por niveles desde el nivel diez hasta el nivel cero cada una de las listas eran ordenadas de acuerdo a las notas obtenidas en el semestre anterior. Ese sistema siempre me pareció de los más justo aunque hay que reconocer que era engorroso en especial para los profesores que tenían que estar encargados de inscribirnos. Mas adelante se implemento el sistema SASE y se comenzaron a realizar las inscripciones por internet. Aun recuerdo todos los dolores de cabeza que le daban a uno al tratar de entrar a la página la hora asignada para las inscripciones debido a que esta siempre vivía colapsada. Yo era uno de los que intentaban ingresar varios minutos antes de la hora que me tocaba y le daba a actualizar a cada rato hasta que al fin la página lograba abrir y me podía inscribir. Lo que me parecía injusto de este sistema es que conocí a muchos excelentes estudiantes que debido al colapso de la página no podían inscribirse y después tenían que pasar por todo un martirio para poder adicionar un par de materias.
Otro cambio que recuerdo durante mi pase por la UNEG fue con respecto a los transportes, ya mencione que la ruta en la que me iba a la universidad la dividieron pero también es cierto que se crearon un par de rutas más. Por otra parte recuerdo que el transporte lo agarrábamos fuera de la universidad frente a la escuela que queda diagonal a la sede de Villa Asia. A lo largo de una de las aceras se colocaban en orden los transportes de San Félix y a lo largo de la otra acera aledaña a la escuela se colocaban los de Puerto Ordaz que siempre salían primero. Más adelante estando yo aun en la universidad se habilito el estacionamiento que queda en villa Asia al lado del comedor para que salieran los transportes. Otro de los cambios que recuerdo fue cuando comenzaron a repartir las cenas a eso de las seis o siete de la noche en el comedor. Sin contar los mil y un intentos que hicieron con los tickets del comedor para tratar que uno no se coleara y respetara su cola. Bueno lo admito yo era uno de los que vivía coleándose en los primeros semestres. Aunque no importaba que tanto me coleara siempre había alguien que se coleaba antes que yo. Con el pasar del tiempo deje de hacerlo. No sé si fue porque fui madurando o por las veces que me dejaron sin almuerzo o qué, pero así fue.
Académicamente entre las cosas que mas recuerdo están dos frases que el profesor que me dio informática decía habitualmente, una de ellas lo hacia cuando uno le enseñaba un ejercicio y este tenia algún detalle o error, “piénsalo mejor”, la otra era cuando uno se trancaba en un ejercicio el solía decirnos: “¿Tu viste The Matrix?... que le dijo Morfeo a Neo… libera tu mente”, ese par de frases me hacían molestar mucho y aunque parezca ser maldad o comodidad para no explicar en lo personal me ayudaron debido a que gracias a eso me esforzaba mas y mas no importando cuantas horas o días me llevara en realizar los programas, cuando finalmente lograba hacerlos que se los enseñaba y el me decía que pasara a la pizarra sentía una gran satisfacción. Como todo hubo cosas buenas y malas, excelentes profesores y profesores no tan buenos, profesores que me enseñaron a pensar, que me inculcaron el amor a sus materias, profesores en los cuales podía ver el brillo en sus ojos cuando veía algún ejercicio algo complejo sobre el cual uno les iba a preguntar, profesores que nos enseñaron la pasión por la enseñanza, la disciplina, el valor de esforzarse y la satisfacción luego de alcanzar alguna meta, aunque también había profesores fantasma que uno solo veía un par de veces en el semestre, y peor aun profesores que aunque fueran todos los días uno nunca les entendía algo y si uno llegaba a preguntar lo mandaban a leer del libro (Siempre deteste ese tipo de profesores).
Estas son solo algunas de las anécdotas y algunos de los recuerdos que tengo durante mi tiempo estudiando Ingeniería Industrial en la UNEG de Villa Asia. Todo esto durante mis once semestres y tres intensivos en la UNEG que incluyen el primer semestre el cual reprobé por enfermarme con dengue y no retirarlo, además de un semestre en el que para no cursar solo el trabajo de grado inscribí un par de asignaturas electivas extras (se puede decir que realmente la carrera la curse en nueve semestres y tres intensivos). De mi paso por la UNEG tengo muchos recuerdos de todo tipo. Después de todo fue mi segundo hogar durante seis años, pasando en muchas oportunidades más tiempo en ella que en mi propio hogar.
De manera general puedo decir que entre lo que me dejo mi paso por la UNEG en el plano personal está el hecho de pasar de ser alguien totalmente asocial que prácticamente no trataba a nadie a uno que aprendió al menos en parte a relacionarse y a tratar a otras personas, aunque admito que sigo siendo algo asocial. En la UNEG aprendí a perder mi miedo escénico así como a exponer. Bueno lo admito tarde más de seis semestres en aprender a realizar una exposición más o menos decente. Pero funciono después de todo en mi exposición de trabajo de grado me felicitaron principalmente por mi seguridad al hablar, además ya llevo varios años dando clases en otros institutos universitarios. Lamentablemente he desistido de seguir intentado dar clases en mi querida UNEG ya que me han rebotado varias veces.  Primero por no ser Licenciado en Matemática y luego al hecho de que me quedara matemática I en el primer semestre. Fue en la UNEG donde conocí y me uní al CEEUNEG (Centro de Excursionismo Ecológico de la UNEG) gracias a este centro conocí y he viajado varias veces a la Gran Sabana y a otros lugares, además el centro me ayudo especialmente en el ámbito de las relaciones personales, del desenvolvimiento al momento de hablarle a turistas, desarrollo de la paciencia al atender a personas, perdida del miedo escénico entre otras cosas. Aunque mi memoria no de para recordar todo el tipo de experiencias pasadas en la universidad puedo decir que fueron muy buenos momentos en la que siempre he considerado como mi segundo hogar: en él reí, llore, pase buenos y malos momentos, desayune, almorcé, cene, me bañe un par de veces y estuve de una u otra forma a casi cualquier hora, incluyendo las veces que salimos de madrugada para la gran sabana.
Después de graduarme en la UNEG han hecho aun más cambios entre los cuales he visto: la creación de rampas aledañas a las escaleras alrededor de toda la cede, la creación de un laboratorio de dibujo técnico computarizado, la ampliación de la biblioteca con la creación de algunos salones de estudio justo en donde estaba un pasillo en el cual nos solíamos sentar a descansar o estudiar y la instalación de mesas para poner el video been en las aulas.
De cuando en cuando voy a la universidad aunque sea a saludar y a conversar con algunos de mis ex profesores y profesoras. En especial los de procesos productivos y algunos del área de matemática. En fin no sabría bien como describir todas mi experiencias en la UNEG solo puedo decir que siempre la recuerdo y recordare como mucho cariño como mi segundo hogar y porque no aun sigo deseando algún día poder dar clases en ella aunque sea por un par de años.


Ciudad Guayana Agosto 2015

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